Durante los siglos de la Edad Media, junto con la invención del papel, los chinos dieron los primeros pasos en el desarrollo de la imprenta. Buscaron un procedimiento que, en lugar de copiar los escritos a mano, les permitiera obtener muchas reproducciones iguales de un mismo original. La solución fue labrar los caracteres de una página en una plancha de madera, de manera que éstos sobresalientes. Después entintaban la plancha y aplanaban sobre ella hojas de papel. Como ves, es un sistema parecido a los sellos de hoy en día.
Siglos
más tarde, cada signo se labraba en un trozo separado de madera, que se
combinaba con otros para formar expresiones. El sistema era más rápido, aunque
la enorme cantidad de caracteres de la lengua china dificultaba las cosas. Los
primeros libros, calendarios y noticias se imprimieron con estos
procedimientos.
No se tiene clara la fecha de nacimiento del
inventor alemán Johannes Gutenberg. Pero se ha determinado que nació en
Maguncia, pequeño poblado de Alemania, hacia el año 1400. Proveniente de una
familia noble, su verdadero nombre era Friele Gensfleisch. Tampoco se tienen
antecedentes concretos de su muerte estableciéndose que el hecho ocurrió
probablemente a fines de 1467 o a comienzos de 1468.
Sin embargo, podemos atribuir a Gutenberg la
utilización de tipos móviles de metal no usados anteriormente, pero no se sabe
bien quien fue el primero en implementarlas. Investigadores aseguran que el
primero fue el holandés Laurens Janszoon. Lo que se sabe con certeza es que
Gutenberg construyó, entre 1436 y 1450, un aparato que logró fundir
satisfactoriamente las letras metálicas que usó en sus primeros libros, con las
cuales imprimió su famosa Biblia en 1455.
La
imprenta puede definirse como el arte de reproducir en un papel u otra materia,
por medio de presión, una plancha o unos caracteres impregnados de tinta. La
máquina que se utiliza para transferir la tinta a la página impresa se
denomina prensa.
Las
primeras prensas de imprimir eran de tornillo, pensadas para transmitir una
cierta presión al elemento impresor o molde, que se colocaba hacia arriba sobre
una superficie plana. El papel, por lo general humedecido, se presionaba contra
los tipos con ayuda de la superficie móvil o platina.
Las
partes superiores de la imprenta frecuentemente iban sujetas al techo y una vez
que el molde se había entintado, la platina se iba atornillando hacia abajo
contra el mismo. La prensa iba equipada con rieles que permitían expulsar el
molde, volviendo a su posición original, de modo que no fuera necesario levantar
mucho la platina. Sin embargo, la operación resultaba lenta y trabajosa; estas
prensas sólo producían unas 250 impresiones por hora, y sólo imprimían una cara
cada vez.
En el
siglo XVII se añadieron muelles a la prensa para ayudar a levantar rápidamente
la platina. Hacia 1800 hicieron su aparición las prensas de hierro, y por
aquellas mismas fechas se sustituyeron los tornillos por palancas para hacer
descender la platina. Las palancas eran bastante complicadas; primero tenían
que hacer bajar la platina lo máximo posible, y al final tenían que conseguir
el contacto aplicando una presión considerable.
Aunque
las mejores prensas manuales de la época sólo producían unas 300 impresiones
por hora, las prensas de hierro permitían utilizar moldes mucho más grandes que
los de madera, por lo que de cada impresión se podía obtener un número mucho
mayor de páginas. La impresión de libros utilizaba cuatro, ocho, dieciséis y
más páginas por pliego.
Durante
el siglo XIX, las mejoras incluyeron el desarrollo de la prensa accionada por
vapor; la prensa de cilindro, que utiliza un rodillo giratorio para prensar el
papel contra una superficie plana; la rotativa, en la que tanto el papel como la
plancha curva de impresión van montados sobre rodillos y la prensa de doble
impresión, que imprime simultáneamente por ambas caras del papel.
Los
periódicos diarios de gran tirada exigen utilizar varias de estas prensas
tirando al mismo tiempo el mismo producto. En 1863 el inventor norteamericano
William A. Bullock patentó la primera prensa de periódicos alimentada por
bobina, capaz de imprimir los periódicos en rollos en vez de hojas sueltas. En
1871 el impresor Richard March Hoe perfeccionó la prensa de papel continuo; su
equipo producía 18.000 periódicos por hora.
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