La impresión offset es un método de reproducción de documentos
e imágenes sobre papel, o materiales similares, que consiste en aplicar una
tinta, generalmente oleosa, sobre una plancha metálica, compuesta generalmente
de una aleación de aluminio. Se basa en el principio de que el agua y el aceite
no se pueden mezclar. La plancha se impregna de la tinta en las zonas donde hay
un compuesto hidrófobo (también conocido como oleófilo, que repele el agua), el
resto de la plancha se moja con agua para que repela la tinta. La imagen o el
texto se transfieren por presión a una mantilla de caucho, para pasarla,
finalmente, al papel por presión.
Es
precisamente esta característica la que confiere una calidad excepcional a este
tipo de impresión, puesto que el recubrimiento de caucho del rodillo de
impresión es capaz de impregnar, con la tinta que lleva adherida, superficies
con rugosidades o texturas irregulares. Obviamente esto es debido a las
propiedades elásticas del caucho que no presentan los rodillos metálicos.
La prensa se denomina offset (del inglés, indirecto) porque el
diseño se transfiere de la plancha de impresión al rodillo de goma, antes de
producir la impresión sobre el papel. Este término se generó por contraposición
al sistema dominante anterior que fue la litografía, en el
que la tinta pasaba directamente al papel.
Este tipo de impresión es el más utilizado en las grandes tiradas de volumen, debido a sus
evidentes ventajas de calidad, rapidez y coste, lo que permite trabajos de
grandes volúmenes de impresión a precios muy reducidos. A pesar de que las
modernas imprentas digitales (por ejemplo la Xerox iGen3) se acercan a la
relación coste-beneficio de una imprenta offset, aún no son capaces de producir
las ingentes cantidades que se requieren, por ejemplo, para la tirada de un
periódico de amplia difusión. Además, muchas impresoras offset de última
generación usan sistemas computarizados a la plancha de impresión y no como en
los anteriores sistemas que lo hacían a la película, lo que incrementa, aún
más, su calidad.
Las
ventajas de una impresión offset se podrían resumir en:
· Una imagen de alta calidad consistente, más clara y definida respecto a otros
sistemas de impresión.
· Se puede utilizar en superficies muy variadas: el tradicional papel liso y
además, madera, ropa, metal, cuero, papel rugoso…).
· Las láminas (planchas o matriz) son de rápida y fácil producción.
· La duración de las láminas es de mayor duración que en imprentas de
litografía directa, porque aquí no hay contacto directo entre la plantilla y la
superficie de contacto.
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