Una rotativa es un tipo de prensa editorial, de gran velocidad en la
impresión, caracterizada por emplear planchas giratorias en un cilindro.
Su origen se remonta a los albores del siglo XIX, aunque las primeras
rotativas eficaces pueden fecharse en 1835, cuando el inglés Rowland Hill
colocó los tipos en un cilindro. En 1840 se introdujo en la imprenta del
periódico alemán Kölnische Zeitung una cuádruple de tres cilindros, de los
cuales el central imprimía dos veces y los exteriores una, de modo que cada
avance y retroceso daba lugar a cuatro impresiones.
En Inglaterra se empleó en 1846 un cilindro de 200 pulgadas de diámetro
con blancos entre los tipos para imprimir en color. Cada giro del rodillo
central suponía ocho impresiones, con un resultado de 12.000 ejemplares a la
hora por una sola cara. Con este tipo se imprimió el periódico inglés The Times
hasta 1862.
En 1855 se presentó el Eclair, rotativa de 10 cilindros que alcanzó los
10.000 ejemplares por hora impresos por las dos caras. En 1863 apareció la
primera prensa de papel continuo o bobina, que imprimía en rollos en vez de
hojas sueltas.
El avance tecnológico posterior permitió incorporar innovaciones como la
impresión a varias tintas o el corte de papel automático para formatos fijos y
variables. Para las grandes tiradas de periódicos aparecieron las rotativas
gemelas a finales del siglo XIX. Con gran facilidad de ajuste a diversos
tamaños de papel, podían llegar a alcanzar los 100.000 ejemplares la hora. Su
inconveniente era el elevado coste de las tiradas pequeñas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario